En las orillas del Lago Victoria |
El Lago Victoria es el lago tropical más grande del mundo y el segundo lago más grande de agua dulce que hay en la Tierra, siendo una de las principales fuentes del río Nilo. El ferry que circula por el Lago es uno de los más importantes medios de transporte que hay entre los países de Uganda, Tanzania y Kenia. A lo largo de toda la orilla del Lago Victoria observamos que existen muchas poblaciones locales, ya que este es un Lago muy poblado, y cuyos habitantes viven mayoritariamente de la pesca y de la agricultura, aunque también del comercio pero estos son en una menor medida. Nos subimos a una embarcación para empezar a navegar por las aguas del Lago Victoria y así dirigirnos a nuestro próximo destino, uno de los poblados de pescadores que hay junto a sus orillas.
Marabús en el Lago Victoria |
Durante el trayecto podemos observar la multitud de islas que hay en el Lago junto con la fauna que lo habita. En el Lago Victoria se encuentran mas de 200 especies de peces y una gran cantidad de aves. Vemos Garzas Reales y también Garzas Imperiales, Águilas que no paran de observar desde las copas de los árboles próximos al Lago, e incluso vemos en sus orillas al Marabú. Este gran ave carroñera es como una especie de gran Cigüeña que no es muy agraciada en lo que se refiere a su aspecto físico y tampoco es muy conocida.
Destaca por su enorme pico y cumple con una gran función en el ecosistema al mantenerlo limpio de carroña. Los podemos encontrar en lugares muy variados que van desde las extensas sabanas hasta en las zonas pantanosas. Al llegar al poblado de pescadores como en otras tantas poblaciones locales a las que hemos visitado durante este maravilloso viaje, los primeros que salen a recibirnos son los niños con una gran sonrisa y sin parar de correr. A partir de este momento, ya no se separaran de nosotros y nos acompañan en nuestro trayecto hacia el poblado, mientras observamos como las mujeres secan el pescado en las orillas del Lago y sobre las rocas de los alrededores, utilizando un abanico local para ahuyentar a los insectos y a las aves que se quieran apropiar de algún pescado.
MUJERES SECANDO PESCADO EN LA ORILLA DEL LAGO
Mientras
tantos las niñas están cuidando a los más pequeños y acareando agua con
recipientes encima de la cabeza (aquí la infancia dura poco y sobre
todo si eres mujer). Hablamos con parte de los pescadores que siempre nos reciben con gran simpatía y una enorme sonrisa, y nos
muestran gustosos su aparejos de pesca y algunas de sus embarcaciones,
todo muy rudimentario e incluso aprovechan recipientes de plástico que
se han tirado a la basura (aquí todo se aprovecha al máximo para sacarle el mayor partido). Observamos
sus viviendas que prácticamente consisten en unas tiendas muy
rudimentarias básicamente realizadas con materiales que se han ido
recopilando o simplemente una tienda de acampada, la cual ya lleva
bastante tiempo en uso, aquí se aprovecha todo y se le da un uso
extraordinario.
Luego conforme nos vamos adentrando en el poblado vemos ya construcciones más solidas echas en madera, aunque todavía bastantes rudimentarias lo que nos indica que la vida la desarrollan a camino entre la orilla del Lago para la pesca y luego otro lugar de residencia en donde realizaran las tareas mas hogareñas y familiares. Los niños no se separan de nosotros, para ellos es una novedad y no deja de ser una diversión y sin pensarlo dos veces enseguida entablamos buena amistad con ellos y empezamos a jugar. Es un rato agradable y distendido que nos dejara un grandísimo recuerdo. Pero el tiempo va pasando y muy a nuestro pesar nos tenemos que despedir de ellos y volver a montarnos en la embarcación que nos llevara de vuelta a nuestro campamento que se encuentra en una de las orillas del Lago Victoria para continuar a la mañana siguiente nuestra ruta por este maravilloso entorno.
Es un momento que sin duda permanecerá para siempre en la memoria y una vez de regreso dentro de la embarcación, en el grupo se instaura un silencio reflexivo sobre los momentos que hemos podido vivir, en un día que nos marcara para siempre. Miro hacia la orilla que dejamos atrás, y veo la miseria, las interminables chozas, los niños que salen a nuestro encuentro siempre ilusionados para ver si llegan a tiempo para recibirnos y estar ahí, alegres con una sonrisa que les ilumina la cara, esas caras que también marcan y son expresivas y que ya no volveré a olvidar jamás. Aún así se les ve trabajar sin realizar grandes trabajos en una sociedad que no tiene jerarquía individual y que el paso del tiempo va marcando el devenir de cada uno en la aldea, esta gente son africanos que aprovechan cualquier ocasión para disfrutar de la vida a pesar de que sea dura y díficil... TODO SON SENSACIONES.
* Para la elaboración y desarrollo de este artículo se han tenido en cuenta los datos obtenidos a través de wikipedia, y las propias experiencias vividas durante el viaje. (Fotografías e ilustraciones originarias de Pedro García Barbudo).
No hay comentarios:
Publicar un comentario